El proceso de germinación de la semilla es un paso fundamental en el proceso de cultivo de la marihuana. Con una germinación exitosa se abre paso a un proceso que es necesario para el crecimiento y es aquí donde inicia una serie de pasos que terminaran de hacer de esa semilla germinada una planta grande y que te permita tener cogollos.
Paso 1: Crear el entorno ideal para el cultivo
El cultivo es lo que sigue al proceso de germinación, por eso debes cuidar el suelo o sustrato donde vas a colocar la semilla germinada. Para esto debes estar muy pendiente del sustrato que se elija. Si vas a hacerlo en macetas prepara un sustrato que contenga materia orgánica, perlita o vermiculita para mejorar la aireación y drenaje.
Otro que es muy usado es el que proviene del coco, también conocido como coco coir está hecho de fibras de coco y es popular por su capacidad de retener humedad mientras permite un buen drenaje. Es ligero y proporciona un ambiente aireado para las raíces.
Si en tu caso vas a un cultivo por sistema hidropónico, debes tener arcilla expandida, lana de roca o fibra de coco, estos materiales mantienen la humedad en la raíz y dan cierta entrada de aire.
Estas pequeñas plántulas necesitan mucha luz para crecer fuertes y saludables, por eso verifica que el espacio tenga buena entrada de luz solar y si cultivas en interiores debes tener luces de crecimiento adecuadas como lo son las lámparas LED o CFL. Ten presente que una planta debe recibir mínimo 18 horas de luz en cultivos de interior.
Paso 2: Realiza el trasplante de la plántula
Este es el paso mas delicado y que debe ser realizado cuidadosamente, antes de realizarlo verifica que la semilla germinada tenga al menos 1cm de raíz visible para que sea un trasplante con mayor probabilidad de éxito.
En la maceta que vayas a trasplantar realiza un agujero profundo que sea de 1cm a 2cm, coloca la semilla germinada con la radícula hacia el agujero. Y sin compactar con mucha fuerza cubre con el sustrato siempre dejando parte de la semilla expuesta, no la cubras por completo.
Hazlo siempre de forma delicada, con precisión y no toques las raíces con tus manos, esto evitara que se rompan o dañen. Con un rociador o aspersor humedece muy poco la maceta.
Paso 3: Vigila la cantidad de agua y los riegos
Con las semillas germinadas colocadas en sus macetas y listas para empezar a hacer raíces y crecer, el riego que proporciones debe ser muy equilibrado. Solo debes hacerlo cuando veas que el sustrato esta seco al tocarlo con tus manos.
Recuerda es una plántula muy pequeña por lo que si te excedes de agua terminaras ahogándola y se dañara pudriendo los pocos centímetros de raíces que logrado conseguir en el proceso de germinación.
Para estos riegos es recomendable usar un rociador o aspersor que puedas graduar la cantidad de agua que le estarás usando. No combines fertilizantes con el agua ya que esto también puede dañar la planta.
Paso 4: Chequea de forma regular la temperatura
La temperatura es un factor clave en el crecimiento de la planta cuando realizamos un trasplante de semillas germinadas. Debes estar pendiente de que no tengas un exceso de humedad o que sea muy caliente el espacio donde vas a colocarlas.
Por eso los primeros días debes chequear de forma regular los grados en que se encuentra la temperatura si es un cultivo en interior y si es en exterior debes estar muy pendiente de la humedad que esta varia de un día a otro y puede estar afectado el crecimiento de la plántula.
Con estos cuatro pasos habrás completado lo que debes hacer luego de germinar las semillas y ahora estas mas cerca de comenzar a ver crecer tu planta de marihuana. Pero, muchas veces puede que este proceso no sea exitoso, ¿por qué una semilla germinada no crece luego de trasplantar?
¿Por qué murió una semilla germinada de marihuana luego de trasplantar?
Esto sucede más de lo que crees, muchas veces luego de cuidar todo el proceso para la germinación te consigues que no consigas tener la planta de marihuana cuando realizas el trasplante. Pues existen muchos factores que influyen y que pueden ser las razones.
Estrés por el trasplante
El principal factor que causa esta pérdida de la semilla germinada de marihuana es que el trasplante puede causar estrés significativo en las plántulas. Al ser tan pequeñas las raíces se dañan durante el proceso y luego no puede absorber agua y nutrientes adecuadamente.
Por eso debes manipular las raíces con cuidado y minimizar el tiempo fuera del sustrato original durante el proceso de trasplante. Son dos cosas que minimizan mucho la perdida de la semilla por estrés.
Cambios bruscos del entorno de cultivo
Las plántulas son sensibles a cambios en la luz, temperatura y humedad por su tamaño las hace más delicadas que otras plantas. Así que debes cuidar que el nuevo entorno no sea drásticamente diferente, como una luz más intensa o una temperatura más baja, esto puede causar shock y afectar negativamente su salud causando la perdida de la semilla.
Baja calidad del sustrato
El cultivo nos lleva a colocar la semilla germinada en una maceta, donde el sustrato es el factor más importante, porque es donde vivirá la plántula. Si la trasplantaste y no es de buena calidad o está contaminado puede afectar negativamente la salud de la planta. Un sustrato que no drena bien hace que el agua de los riegos se almacene y puede causar pudrición de raíces, que como ya mencionamos mas arriba no son muy largas lo que las hace mas débiles.
También si el sustrato no tiene suficientes nutrientes, las plántulas pueden no tener los recursos necesarios para sobrevivir tras el trasplante que ha sido una poderosa razón en muchos casos y por eso terminan muriendo las semillas germinadas.
Con esto en mente, ya estas listo para hacer de forma exitosa y tienes todos los detalles para que tu proceso de cultivo sea el ideal para conseguir tener tu planta de marihuana.
